miércoles, 22 de abril de 2009

LO QUE HAY QUE HACER PARA QUE LE PRESTEN ATENCIÓN AL FÚTBOL SALA FEMENINO

Las 'Galácticas' del fútbol sala

No las conoce nadie, pero son ambiciosas, competitivas y ganadoras; las ‘galácticas’ del fútbol sala femenino nacional y mundial. Las jugadoras del Encofra-Navalcarnero se destapan en `interviú´ para reclamar su protagonismo: “Estamos hartas de que no nos den bola”.

Reportaje por: José Manuel MUÑOZ
Fotografías por: Paco LLATA
22/01/07
Somos jugadoras de fútbol sala, no modelos. Me da coraje hacer este tipo de reportajes, pero como nadie nos da bola, desnudarnos es lo único que se nos ocurre para llamar la atención y para que la gente nos conozca. ¡Somos las mejores del mundo y nadie sabe que existimos¡”. Eva Manguán (Móstoles, 27 años) es la capitana del Encofra-Navalcarnero –la Ronaldo del fútbol sala femenino, seis años consecutivos logrando el pichichi de la Liga– y la jugadora más desequilbrante de la selección española. “El deporte femenino está dejado de la mano de Dios, pero da rabia que te entregues, que des espectáculo y que no tengamos repercusión”, afirma Eva, la primera en animar a sus compañeras para realizar este reportaje reivindicativo.

Lo mismo que Rocío Triguero, presidenta del equipo desde 1992 y responsable de la gestión de la piscina municipal de Navalcarnero: “Desgraciadamente, o nuestras jugadoras pegan a un árbitro o se zurran entre ellas, o nunca se habla de nosotras. Es triste decirlo, pero hay que montar el espectáculo para que la televisión y el resto de medios se interese por lo que hacemos”.

Rocío, que estuvo a punto de posar con sus jugadoras, es una presidenta atípica: luchadora, tenaz y con los arrestos suficientes para sacar adelante cualquier proyecto; por eso ha configurado un equipo campeón, líder destacado de la Liga española: “¿Nuestro mensaje? Deporte femenino y fútbol femenino al poder. No pararemos hasta conseguirlo”.

Y como Rocío piensan todas sus jugadoras. “Es un orgullo que interviú se haya acordado de nosotras, porque no hay derecho a que nos den tan poca bola. El fútbol sala es mi vida y practicándolo me siento realizada”, asegura Pitu, natural de Villaverde y que trabaja de auxiliar administrativa en una empresa de seguros. Y en Mercamadrid, de economista, lo hace Concha, de 38 años, una de las porteras del equipo y a la que respetan todas sus compañeras.

“¿Qué más tenemos que hacer para que nos presten atención? –pregunta Concha–. Lo sangrante es que un deporte tan espectacular y dinámico como el fútbol sala, que en España practicamos más de 60.000 mujeres, todavía no sea olímpico. Si lo fuera, nuestra vida cambiaría: ayudas, más ingresos, televisión...”. José Manuel Egea, vicepresidente económico, pone el dedo en la llaga: “Nuestro problema es que la UEFA no nos deja crecer porque le hacemos la competencia al fútbol femenino”.

Pese a su ridículo presupuesto en comparación con los de otros clubes (70.000 euros, una tercera parte pagada por el Ayuntamiento), el Navalcarnero es el mejor equipo de la División de Honor, con seis internacionales “El año pasado, por las lesiones perdimos el título en la última jornada, pero esta vez no se nos escapará. ¡Vamos a por el doblete¡”, comenta la brasileña Raquel Sousa, la mejor en la posición de ala. Raquel, que logró la medalla de bronce con la selección de Brasil en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 y en el Mundial de Estados Unidos, vive desde hace año y medio en Navalcarnero: “Además de jugar, trabajo de monitora en la piscina para sacarme un sueldo de 1.000 euros”. En la misma situación se encuentran las tres mejores del equipo. Y es que el Encofra no paga ficha a sus jugadoras: “Nos dan una ayuda de 150 euros al mes para la gasolina. Como todas cobramos lo mismo, no hay problemas ni malos rollos entre nosotras”, afirma Leti, de 20 años y estudiante de tercer curso en el INEF.

En cambio, en otros clubes, como los de Móstoles, Elche o Canarias, las jugadoras cobran mensualmente entre 600 y 1.000 euros. Tal vez por eso Héctor, entrenador del equipo y compañero sentimental de Eva, se muestra orgulloso de sus chicas: “Cinco de ellas podían cobrar cinco veces más en otros clubes, pero se han quedado por creer en este proyecto “.

Y es que el Encofra-Navalcarnero es diferente en todo: “No hay secretos, sólo unión en el vestuario, compromiso y una ambición tremenda para ser campeonas. Por eso ganaremos la Liga y la Copa de la Reina”, dice la brasileña Favi (40 veces internacional), una de las más regulares del equipo. “Todas somos amigas, entendemos el rol de cada jugadora, y nos ayudamos”, resalta la benjamina, Sandra, de 18 años.

En cambio, Vane, madrileña de 25 años, una de las mejores porteras del mundo, se queja de la cruda realidad que viven los fines de semana: “Da rabia que con el fútbol tan espectacular que practicamos sólo vengan 50 personas a ver nuestros partidos. ¡Ni saben que existimos¡ Seguro que tras vernos así en interviú, el próximo sábado llenarán el pabellón de la Estación de Navalcarnero”.

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